En un olvidado cajón encontré una grata sorpresa. La caratula de la cartilla Coquito, responsable junto a mi Mamá, de mis primeras frases de lectura. Cómo era de esperarse el resto del libro padeció mi trasegar estudiantil, siendo objeto de la visita de tijeras que buscaban imágenes y gráficas, que terminaron pegadas en cuadernos, carteles o cualquier tipo de manualidad requerida por la profesora de turno. Por tal razón, solo sobrevivió la desdeñada caratula. En medio de los recuerdos, vino a mi mente la imagen de un par de burros en plena confrontación por acercarse hacia dos montones de paja. Esta evocación motivó la escritura acerca de diferentes fabulas empresariales.
“Uno solo llega más rápido, pero todos juntos llegamos más lejos”. la frase es un acercamiento al papel que juega la consolidación de equipos en el desarrollo de cualquier iniciativa. La cultura de nuestro país y de latinoamérica, vista desde mi orilla, tradicionalmente ha manifestado dificultad de ejecutar tareas comunes en torno a un objetivo. La causa es, considerar de forma individual cada una de las diferentes disciplinas, saberes y aptitudes personales como autosuficientes. Esta actitud lleva al desconocimiento del otro como factor capaz de contribuir en la construcción de un proyecto. Son múltiples las razones que justifican a quienes actúan de ese modo, desde el egocentrismo sustentado en la experiencia, pasando por lo que considero como hiper-preparación académica[1], o la amenaza que representa para el estatus quo la opinión diferente. Este intranquilo panorama se altera cuando las personas toman conciencia de su rol como parte de un ecosistema productivo, abriendo espacio al reconocimiento del saber de otros como elemento que enriquece y construye, no solo un proyecto común, si no la misma experiencia personal de cada miembro del sistema. De este modo el afianzamiento de redes productivas se potencializa, irradiando sus acciones y resultados hacia el entorno.
Como medida permanente invito a considerar lo siguiente: “si tienes una manzana y yo tengo una manzana y las intercambiamos, entonces ambos aún tendremos una manzana. Pero si tienes una idea y yo tengo una idea y las intercambiamos, entonces ambos tendremos dos ideas” . Debemos, reconocer y validar la opinión de los demás, ajustando de forma adecuada todos los canales de comunicación, y recordar que:
Solos realmente no es que lleguemos más rápido, simplemente no llegamos a ningún lado.
Máxime cuando los demás si están trabajando en equipo, y los demás no son exclusiva ni exactamente otros colombianos ni latinoamericanos. Recomiendo leer en la web la fabula empresarial sobre los remeros japoneses y los remeros colombianos.PDTA: La fabula del águila invita a las personas a alzar el vuelo, y elevarse sobre el gallinero. Pero el llamado a las aventajadas aves rapaces, es que no olviden el gallinero, y sirvan de apoyo para que las acomplejadas gallinas de allí salgan.
[1] hiper-preparación académica: Hago
claridad que soy férreo defensor del papel de la academia en el desarrollo
personal. La mención la realizo en el contexto donde la persona tiene como
punto de segregación y discriminación hacia el otro su propio saber y
conocimiento.
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