23 ene 2012

La ley SOPA. Una discusión en torno a la libertad.

No sería necesario hablar de la revolución que ha causado la web para justificar las manifestaciones anti SOPA generadas en las últimas semanas. Esas que abogan por el sostenimiento de Internet como la conocemos actualmente.

 La industria del entretenimiento sufre, y sufre con justa causa. Casi 80 años de lucha en contra de su peor enemigo, están viéndose amenazados por un rival que creían debilitado ¿Cual es ese enemigo que hoy toma ventaja? El socialismo. Ni el mismo Stalin o Marx  hubieran pensado que el gigante pulpo capitalista que había osado extender sus tentáculos a todos los ámbitos de la sociedad moderna se estuviera viendo en aprietos justamente por causa de una iniciativa surgida en el propio seno del ejército estadounidense. (origen de internet). En el mundo no virtual, la antítesis del capitalismo promulga la exclusión de la propiedad privada y la administración de los bienes por el estado, pero básicamente bajo la premisa todo le pertenece a nadie. Haciendo analogía con la red, las compañías perdieron el control sobre su producción. Pasando la propiedad privada a una propiedad de tipo comunitario. Es decir, los derechos de difusión se trasladan de manera viral a todo usuario que este en capacidad de compartir el materia digital, salvo que sin intervención alguna de un ente regulador de las prácticas que en Internet se realizan. Esta libertad, la cual hoy tiene mas adeptos que contradictores, nos arroja a escenarios peligrosos que provocan la aparición o incursión de grupos anónimos, quienes gracias a su conocimiento técnico, están en capacidad de poner en apuros a cualquiera.
 El debate es sano, y debe avanzar evitando confusiones sobre la postura real de empresas como Google y Facebook, quienes a pesar de no apoyar la ley SOPA, están de acuerdo con que Internet  necesita un marco legal que proteja tanto el derecho de los usuarios regulares, como de aquellos que generan contenidos y material de entretenimiento y ven vulnerados sus intereses por la piratería.
El modelo de negocio ha cambiado, y en términos coloquiales no es a las "malas" como se encontrará una salida a un tema que reúne tan diversos y encontrados intereses, y menos cuando en la actualidad es vox populi las grandes ganancias percibidas por la industria del entretenimiento. Es un hecho que el proyecto será retirado del congreso de Estados Unidos, pero aún queda mucho por contar en esta historia sobre la libertad y derechos de unos y otros.

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